Por: Ana E. Ríos López
Juan fue llamado para ver las glorias del cielo antes de ser expuestos ante él los terrores de los juicios de Dios sobre la tierra. Él subió en el Espíritu. Sólo el poder del Espíritu Santo sobre él lo haría capaz de recibir el impacto de tal revelación. En esta ocasión es llevado frente a un trono; en los tronos se sientan los monarcas. Allí Juan ve a “uno sentado”, es a saber el soberano Dios rigiendo desde allí toda su creación. La descripción que hace Juan tiene un paralelo con la descripción que hacen Ezequiel, Isaías y Daniel en sus libros (Isaías 6; Daniel 7:9,10 y Ezequiel 1).
Juan se limita solamente a describir lo que veía pues gran parte de la visión no era entendida por el apóstol; tal experiencia sobrepasaba sus sentidos y todo su entendimiento. Los eventos tenían que ver con el futuro, es a saber el futuro de la tierra, el de la iglesia y el futuro del pueblo de Israel.
¿Quiénes son estos 24 ancianos que estaban sentados alrededor del trono en sillas, vestidos de ropas blancas y coronas de oro sobre sus cabezas? En el sistema de gobierno de Israel los ancianosocupaban puestos honorables con facultad para juzgar y decidir en asuntos de gobierno. Quiere decir entonces que estos ancianos componen una alta jerarquía con facultad de juzgar. El apóstol Pablo escribió a los corintios: 2 ¿O no sabéis que los santos han de juzgar al mundo? Y si el mundo ha de ser juzgado por vosotros, ¿sois indignos de juzgar cosas muy pequeñas? 3 ¿O no sabéis que hemos de juzgar a los ángeles? ¿Cuánto más las cosas de esta vida? 1Corintios 6:2,3. Jesús escribió a la iglesia de Laodicea : Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono. Apocalipsis 3:21
A sus discípulos, Jesús les dijo: …De cierto os digo que en la regeneración, cuando el Hijo del Hombre se siente en el trono de su gloria, vosotros que me habéis seguido también os sentaréis sobre doce tronos, para juzgar a las doce tribus de Israel. Mateo 19:28
Podemos aducir entonces que estos ancianos vestidos con ropas blancas y coronas de oro en sus cabezas, y que están sentados en estas sillas alrededor del trono, componen quizás un cuerpo selecto de creyentes que han vencido (12 del Pacto de la ley y 12 del Pacto de la gracia). Estos se sentarán junto al Juez, delante del cual serán abiertos los libros, y juzgarán tanto a los ángelescaídos como a los seres humanos que han rechazado a Dios. (Daniel 7:10, 26). Las ropas blancas representan la pureza de estos santos y las coronas denotan que son parte de la realeza. (1 Pedro 2:9).
La misma revelación del poder de Dios manifestado al pueblo de Israel en el desierto es revelada a Juan en un evento solemne de juicio. Rayos, relámpagos, truenos y voces salían del trono denotando la solemnidad de la ocasión; un momento de juicio donde el Juez, indignado por la rebelión humana, procederá con retribución. Juan ve siete lámparas de fuego, la manera más propia que puede utilizar para describir el poder inefable y sobrenatural del Espíritu Santo quien está delante del trono. El lenguaje humano para describir y hablar sobre la grandiosidad del Dios eterno e inefable es limitado. Juan actúa aquí como la simple zarza que es investida del poder divino y sólo se circunscribe a seguir las órdenes dadas escribiendo en un libro el mensaje recibido.
En medio del trono y alrededor del trono Juan describe cuatro seres. La versión antigua usa la palabra “animales” por las características inferidas. La versión de los 1960 los describe como “seres”. ¿Quiénes son estos seres con características de animales? Generalmente se infiere que componen una alta jerarquía angelical. Sin embargo, cuando nos detenemos en el capítulo 5, estos seres junto a los 24 Ancianos, primero:
➢ Tenían arpas y copas de oro llenas de perfumes que son las oraciones de los santos.➢ Cantan un nuevo cántico, que aparentemente los ángeles no habían cantado.➢ Proclaman haber sido redimidos (comprados) de todo linaje, lengua, pueblo y nación para Dios con su sangre, (5:9).➢ Fueron hechos reyes y sacerdotes y reinarían sobre la tierra, (5:10).
Analizando todas estas descripciones dadas por Juan entendemos entonces que estos cuatro seres componen una elevada jerarquía de creyentes, tanto del Antiguo Pacto como del Nuevo Pacto,que estarán en una proximidad única e íntima con Dios. La fidelidad, el amor, la entrega y la dedicación de este cuerpo de creyentes a Jesús ha sido tal que han sido recompensados con una posición de gloria y honor. Tan solo pensemos en creyentes como Abraham, el apóstol Pablo y más reciente como Richard Wurmbrand quien recibió toda suerte de torturas en por catorce años en una cárcel comunista y su fe y fidelidad a Dios no se inmutaron.
El capítulo cuatro de Apocalipsis es una introducción que nos da a entender que los juicios próximos a suceder merecen el reconocimiento, la gloria, la honra y la virtud al Dios de la creación porque Él es justo y todas sus sendas son misericordia y verdad. Dios se ha revelado al ser humano de muchas maneras y a través de su creación. Pero en este capítulo esta revelación que Dios hace de sí mismo es única y especial debido a las cosas que han de tomar lugar en el planeta tierra.
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